¿Quién no ha llegado a casa de su abuela y ahí estaba con aguja e hilo junto a una caja llena de cosas saliendo por los laterales? Es una escena tierna que nos evoca siempre a ellas, ¿verdad? La costura siempre ha formado parte de la vida de una mujer hasta bien entrado el siglo XIX. Por ello, para sus trabajos y labores, debían guardar el material en algún lugar seguro. No es una simple “caja”, para ellas ha sido su rincón íntimo, un espacio del que saldría toda su creatividad: el costurero.
Si quieres saber más sobre su historia, evolución o si quieres regalarlo pero no sabes cómo escoger bien, te invitamos a seguir leyendo este post. Hoy descubriremos a esa “caja de sorpresas” que es el Costurero.
El costurero
El costurero: su paso por la historia hasta hoy en día
Antes de que la moda hiciera irrupción en masa en nuestra sociedad a principios del siglo XX, la costura era una forma de vida, un entretenimiento con el que pasar el tiempo y desarrollar habilidades que básicamente estaban destinadas a mujeres. Para dominar este arte, requerían de un espacio habilitado para almacenar todas las herramientas y útiles para sus creaciones sin que sufrieran deterioro teniendo en cuenta que eran labores delicadas. Así surgieron los primeros costureros, simples bolsos hechos de tela o cuero.
Sin embargo, en Europa durante el siglo XVIII, la industria metalúrgica junto con joyeros y otros artesanos comenzaron a elaborar piezas refinadas para la costura destinadas a la aristocracia y corte. Esto llevó a la producción simultánea de preciosas cajas a juego con esos accesorios de costura. Maderas exóticas, cuero, marfil o joyas con incrustaciones de piedras preciosas o nácar conformaban el exterior de los costureros, mientras que el interior venía forrado con exquisita seda o terciopelo. También empezaron a añadir niveles a los costureros llegando incluso a tres niveles o secciones, de tal manera que en un espacio más reducido podían almacenar mucho más material.
En el siglo XIX, la industrialización y el surgir de la clase media crearon un mercado para cajas de costura más prácticas y baratas que también resultasen atractivas y duraderas. Los útiles de acero o hierro como agujas, alfileres, tijeras, ganchos, etc, ya no se oxidaban gracias a estas. Los delicados hilos de colores, sedas, cuero y otros enseres delicados tampoco sufrían desgaste mientras se protegieran de la luz y aire dentro del costurero.
Mucho más que un recipiente
El interior del costurero de la mujer se consideraba un espacio íntimo. Muchos de ellos fueron creados para cerrar con llave y muchas mujeres guardaban en su interior secretos que ni su marido podía conocer. ¿Alguna carta de amor de su amado? Muchos de estos costureros los llevaban siempre encima y con ellos tenían la seguridad de que podían mantener su intimidad bajo el pretexto de que “eran cosas de mujeres”.
Las formas de los costureros han sido infinitas y se hacían a medida para cada usuario dentro de la alta sociedad. A veces tenían forma de libro, de huevo, corazón o incluso forma de frasco. La personalización era un lujo reservado y la costura no iba a quedar detrás de perfumes, joyas o vestidos. El costurero era un complemento más para una dama en la época victoriana.
El gran salto del costurero
Cuando entró en acción la máquina de coser en 1860, el hilo utilizado hasta entonces resultó muy grueso para la innovadora máquina, por lo que George Clark introdujo en el mercado un hilo de algodón suave de seis hebras que permitía coser con ella. Tuvo tanto éxito que a finales del siglo XIX, su compañía comercializó kits de costura y costureros con la marca. A partir de entonces, el costurero se comercializó con gran éxito y la variedad empezó a ser mayor llegando a la actualidad donde podemos escoger el ideal para nosotros.
Qué es el costurero
Ahora que sabemos un poco más de dónde viene esa cajita que siempre hemos visto en todos los hogares, vamos a detallar qué es exactamente un Costurero.
Una caja de costura u organizador es un contenedor diseñado para almacenar todo tipo de accesorios para costura o labores. Los costureros pueden tener forma de caja literal con gran variedad de formas y usos o pueden venir con forma de bolsas o saco grandes. A diferencia de un kit de costura, que contiene lo básico para salir del paso, un costurero puede llegar a ser tan grande que su transporte resultaría imposible como los costureros de sastres o artesanos del cuero.
Normalmente, un costurero está diseñado con varios compartimentos para facilitar la organización del contenido. Muchos de ellos tienen bandejas que se levantan o pliegan, lo que permite el almacenamiento de pequeños artículos como botones, agujas, bobinas de hilo, dedales, corchetes, etc. También pueden estar diseñados con pequeños cajones para elementos más delicados o con asas incorporadas para su transporte.
Los costureros se han convertido en un regalo perfecto para ocasiones especiales, sobre todo ahora que está la costura tan de moda. Completar el costurero con unos básicos de costura es una idea también estupenda para quien está iniciándose en este mundillo, siempre teniendo en cuenta las necesidades de cada usuario tendremos que elegir por un costurero u otro. Pero, ¿cómo sabemos que elegimos bien un costurero?
Consideraciones a la hora de comprar un costurero
Tamaño del costurero
Lo más importante a la hora de elegir un costurero, ya sea para uno mismo o para regalo, es conocer cuánto espacio se va a necesitar y lo adaptable que será la caja de costura para ello. Puedes elegir una caja simple con asa para transportar si lo que necesitas es un costurero básico para tus clases de costura o tener en casa para casos de necesidad. Si mas bien siempre vas a trabajar en casa o en tu taller, lo mejor y más aconsejable es un gran costurero en el que puedas meter todo lo que uses para tus proyectos de costura, con compartimentos, niveles y espacio suficiente para meter incluso retales.
Material del costurero
Hoy en día los materiales con los que se realizan los costureros son muy variados y de materiales ligeros para poder ser transportados con facilidad. Podemos encontrar en el mercado costureros de madera refinada con el interior forrado, de madera de pino tratada sin reforzado interior (que podemos forrar nosotros mismos), de mimbre con telas estampadas acolchadas, de metal lacado decorativo, etc. Si buscas algo ligero, el costurero de mimbre y tela es el ideal y si buscas algo más exquisito, te recomendamos siempre ir a un costurero de madera.
Otros costureros
Por último, y no menos importante, hablaremos del costurero de viaje o minicosturero. Básicamente es un kit básico de costura para nuestros viajes que ocupa muy poco espacio y en el que encontraremos todo lo necesario para salir del apuro en caso de un descosido. Normalmente contienen unas pequeñas tijeras, alfileres, botones de camisa, imperdibles, aguja y unos cuantos hilos de los colores más usados en costura. Antes eran pequeñas latillas o frascos pero en la actualidad hay miles de modelos donde elegir, todos ellos súper monos.
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